Las posibilidades para comprar en Bogotá son muchas y variadas. A continuación te vamos a mostrar los mejores sitios de la ciudad para hacer tus compras. Tanto centros comerciales como tiendas de toda la vida.
Pasaje Rivas
Con más de 120 años, el pasaje Rivas es uno de los secretos mejor guardados de la zona centro de Bogotá. Situado en pleno barrio de San Victorino, es un lugar sobresaliente para la compra de todo tipo de artesanías y recuerdos colombianos.
Vasos de barro, totumos, cestería, cerámica, tablas de cortar, morteros, barbacoas… e infinidad de recuerdos made in Colombia.
Una divertida mezcla de puestos, algunos que venden trabajos en mimbre o madera para la casa y otros que se dedican a la venta de recuerdos típicos colombianos como imanes de nevera, banderas, pendientes, mecheros, posavasos, etc.
El pasaje es bastante laberíntico y se recomienda visitar todos los puestos y regatear sin miedo. Sin duda es el mejor lugar para comprar regalos si se regresa a casa de vuelta de vacaciones.
Aún no siendo extremadamente barato, es mucho más económico que cualquier tienda especializada en productos típicos del centro de Bogotá.
🕗 Todos los días de 9:00am a 7:00 pm
📍 Carrera 10 con Calle 10
Pasaje Hernández
Estos almacenes inaugurados en marzo de 1918 fueron toda una innovación comercial para la sociedad bogotana de la época.
Una de sus grandes méritos era que se podían encontrar productos para todo tipo de bolsillos, incluso una de las tiendas ofrecía la compra de artículos traídos desde Nueva York sin ningún tipo de intermediario, algo que abarataba bastante los costes.
Hoy en día el pasaje Hernández merece más la pena ser visitado por la curiosidad de recorrer sus galerías que por los productos en sí.
El pasaje Hernández está construido en dos niveles y tiene forma de L. En su parte perpendicular coincide con el edificio Hernández, que consta de tres pisos y está abierto al aire libre.
Quizás el inmueble haya perdido algo de tirón entre los bogotanos como lugar elegido para hacer sus compras, pero estéticamente sigue conservando el encanto de los primeros días y si estás paseando por el centro puedes echarle un vistazo tú mismo.
En muchas de sus tiendas aún continúa intacto ese aire clásico de aquellos años, por lo que merece la pena darse un paseo y hacer unas fotos.
📍 El pasaje está situado en pleno centro de Bogotá, entre las calles 12 y 13 y las carreras 8 y 9.
Mercado de las pulgas de San Alejo
La ciclovía de la carrera séptima se convierte en una fiesta todos los domingos. Música, bebidas, gente haciendo deporte o paseando en bicicleta, etc. También es un buen sitio para hacer compras y encontrar chollos.
En uno de los costados de esta carrera se encuentra el mercado de las pulgas de San Alejo, a la altura de la calle 24.
Este bullicioso mercado es altamente recomendable si estás buscando ropa barata, recuerdos, antiguedades o trabajos en madera y artesanías 100% colombianas.
📍 Carrera 7 #24-70
Emerald Center de Bogotá
En la capital se mueve un comercio de esmeraldas muy grande, la mayoría concentrado en el centro de la ciudad.
En varios tramos de la Avenida Jiménez entre las carreras séptima y quinta se agolpan gran parte de los vendedores de gemas pulidas y sin pulir de todo el país.
Para un novato en la materia puede resultar un auténtico quebradero de cabeza lanzarse a la búsqueda de una esmeralda buena, bonita y barata. Después de intentar negociar con cuatro o cinco vendedores lo más lógico es que acabes comprando una mala imitación sin valor o una gema inflada de precio.
Para empezar el mejor consejo es no comprar en la calle y preguntar en algunas tiendas del centro.
Ante una oferta tan grande de locales, que incluyen a los joyeros de La Candelaria, las tiendas de la Jiménez y alrededores, nuestra recomendación es acudir al Centro Internacional de Esmeraldas, Joyería y Negocios o Emerald Trade Center, situado en la Av. Jiménez con carrera 5.
Centro de Esmeraldas de Bogotá
El Emerald Center de Bogotá es probablemente el mejor sitio para comprar esmeraldas y joyería certificada y también para cambiar dinero. Dólares o euros a pesos colombianos.
Este edificio, además de contar con varios locales de cambio de divisas 100% fiables, tiene un montón de establecimientos relacionados con la joyería y las esmeraldas.
- Si tienes dudas, vas con prisa o se te han quedado los ojos verdes de ver tanta esmeralda, una de las mejores tiendas es Amarilis, en el segundo piso. Todas sus gemas están certificadas y comprando una sabes que te llevas un producto auténtico a casa. Como siempre, te recomiendo regatear sin titubeos para conseguir un buen descuento.
- Lo más curioso del Emerald Center es que además de vender esmeraldas también se dedican al trabajo de tallado y pulido.
El largo proceso de obtención de una gema, ya sea de Gachalá o de otra mina esmeraldera del país, suele terminar en uno de estos locales de Bogotá, donde se encuentran los mayores expertos en sacarle la forma más adecuada a la piedra.
Cuando una esmeralda llega a manos de un tallador, totalmente en bruto, lo primero que éste se plantea es qué puede o no sacar de la gema dependiendo de su tamaño, forma, pureza, etc.
Guía de compra de esmeraldas para novatos
Básicamente hay dos maneras de darle forma a una esmeralda: mediante facetas o sin ellas, lo que se llama cabuchón.
En la primera (siempre dependiendo del tamaño y la forma) y después de analizar la piedra en bruto, se procede al trabajo de desbaste y facetado de la esmeralda, en el que se descubren las diferentes caras o facetas de la gema.
Se puede optar por dar un corte clásico en forma cuadrada o rectangular, un corte en busca de una forma redondeada u ovalada o un corte más moderno, tipo cushion o princesa.
Normalmente en cualquier trabajo de facetado se comienza puliendo primero la parte más plana o mesa de la piedra para después continuar con el resto de facetas.
Finalmente, cuando el trabajo ha terminado se pasa a pulir la piedra para limpiarla y sacarle el máximo brillo posible.
Para los cabuchones el trabajo es diferente. Normalmente son piedras con más impurezas o de menor calidad (a veces mezcladas con otros materiales) que bien trabajadas pueden resultar muy vistosas.
Para este trabajo se emplea otro tipo de máquina de pulido, que le da ese aspecto tan suave y opaco a la piedra.
Fijando el precio de la esmeralda
El precio final se fija por el peso en quilates, la forma, el color y la pureza de la esmeralda. Cada piedra, dependiendo de su calidad, tendrá uno u otro valor por quilate alcanzado.
Se pueden conseguir pequeñas gemas de calidad por unos 40-70€ o grandes esmeraldas que pueden costar 300-400€ por quilate. Algunas, como una que tuvimos entre nuestras manos puede llegar a rondar en el mercado los 100.000 €
📍 Avenida Jiménez #5-43
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