La plaza Bolívar es uno de los puntos de visita obligados de todo turista que visite el centro de Bogotá. A continuación te contamos algunas curiosidades y datos históricos de esta enorme y concurrida plaza.

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Historia de la Plaza Bolívar de Bogotá
La antaño llamada Plaza Mayor, recibió su primera demarcación a manos de Gonzalo Jiménez de Quesada en el año 1539. Mucha sangre se derramó en ese empedrado hasta que se consiguiera la tan necesaria Independencia en el Siglo XIX.
En 1821 cambió su nombre por el de Plaza de la Constitución y fue residencia de la curiosa estatua y, no menos curiosa historia, del Mono de la Pila, que permaneció en la medular de la plaza hasta 1881, época en la que el foro bogotano recibió otro lavado de cara con la construcción de un jardín de estilo inglés.
En ese momento entró en escena la querida estatua de Simón Bolívar, obra de Pietro Tenerani y regalo a la ciudad de José Ignacio París.

En 1960 el suelo de la plaza se enlosó para convertirse en lo que es hoy, el lugar más destacado de la ciudad y punto de confluencia de varios estilos arquitectónicos, desde lo colonial hasta el Siglo XX.
Sitios Turísticos de la Plaza Bolívar de Bogotá
La Plaza de Bolívar representa claramente dos de los poderes más influyentes en los últimos siglos, el del Estado y el de la Iglesia.
- Por un lado la Catedral Primada, la capilla del Sagrario, el Palacio Cardenalicio y la Casa Capitular, todas ellas ubicadas en el ala oriental de la plaza.
- Frente a éstos, el Palacio de Liévano, actual sede de la Alcaldía Mayor de Bogotá. En el sur encontramos el imponente edificio del Capitolio Nacional y frente a él, la perenne mirada del Palacio de Justicia, obra del arquitecto Roberto Londoño.
Estas edificaciones y las que se suman alrededor de ellas, conforman sin duda uno de los centros cívicos más interesantes de toda Latinoamérica, que llegó a recibir el sobrenombre de “La Atenas de Sudamérica”.
La Catedral Primada
Curiosamente, la Catedral Primada es la cuarta construcción que se levantó en ese mismo espacio, asignado desde 1553 a la sede obispal.
La primera fue una capilla hecha de paja, la segunda, construida en 1566, se desmoronó de manera estrepitosa, mientras que la tercera no pudo soportar un gran movimiento de tierra que afectó a la ciudad a finales del Siglo XVIII y terminó por ser derribada en 1805.
De esta última podemos decir que comenzó como proyecto en 1807 y se dio por terminada en abril de 1823, con gran ceremonia de celebración incluida.

Esa planta rectangular de tres naves y dos hileras se ha convertido en todo un símbolo de la ciudad y uno de los edificios más fotografiados por todos los que visitan la capital.
El Capitolio Nacional
El Capitolio Nacional también conserva su trozo de historia ya que tras varias cancelaciones y reinicios, el proyecto tardó casi un siglo en terminarse, concretamente la friolera de ochenta años.

De ahí surgió un curioso apodo para este bello edificio de estilo neoclásico, “el enfermo de piedra”.
En la construcción del Capitolio Nacional trabajaron varios de los más importantes arquitectos de toda la ciudad, como Cantini, Lelarge o Manrique Martín entre otros.
El Palacio de Liévano
Varias edificaciones ocuparon este espacio a lo largo de los siglos hasta convertirse en la actual Alcaldía de Bogotá. Ven a descubrirlo a fondo con nosotros 🙂
Historia del Palacio de Liévano
Después del incendio de las famosas “Galerías Arrubla” en mayo de 1.900, dicen que provocado por el dueño de una sombrerería para cobrar el seguro, se comenzó a planificar la obra del Palacio de Liévano en 1904, otra obra también del maestro Gastón Lelarge y del que sin duda destacan las mansardas de estilo francés de las esquinas de la edificación.
La peor parte de todo el incendio se la llevó el Archivo Histórico de Bogotá, con incalculables pérdidas como del acta de la independencia del 20 de julio, o la torre de la compañía de teléfonos, que dejó a la ciudad sin servicio durante casi seis años.
Antes de aquel desastre el edificio había funcionado como prisión, llamada en su época la cárcel chiquita, ya que era el lugar donde se recluía a los presos culpables de delitos menores.
Gracias a Indalecio Liévano y con planos del arquitecto Gastón Lelarge, en 1907 se reconstruyó un edificio que hasta 1960 fue administración de Bogotá y un espacio para oficinas y negocios particulares, rebautizado como palacio de Liévano.
✔ En 1960 el distrito adquirió dicho palacio y lo terminó ocupando por completo.
Visita al palacio de Liévano
Después de esta breve y necesaria introducción histórica, pasamos a conocer los entresijos del palacio propiamente dicho.
El Instituto Distrital de Turismo de Bogotá comenzó el 31 de mayo de 2013 una serie de recorridos guiados por la actual sede de la alcaldía de la ciudad.
Estas visitas se llevan a cabo durante todos los viernes del año, tienen una duración aproximada de 2 horas y la finalidad de acercarnos a la historia y arquitectura de uno de los edificios más emblemáticos de la plaza Bolívar.

El complejo de Liévano se divide básicamente en tres espacios bien definidos: el actual edificio de la Alcaldía (en el costado de la calle 10), el Liévano (construido sobre la carrera 8) y el edificio Bicentenario.
La Alcaldía consta de tres pisos, aunque durante la visita solo nos permitieron acceder al primero, una especie de patio cubierto coronado con la estatua de José Acevedo y Gómez, pieza clave de la emancipación y famoso por su activa participación en los históricos acontecimientos del 20 de julio de 1810.
En las paredes puedes encontrar dos placas homenaje al fundador y a los principales pobladores de la ciudad, Jiménez de Quesada, Juan de Arévalo (primer alcalde) o Juan de San Martín (primer regidor).
Después se encuentra el edificio Bicentenario, símbolo de modernidad construido sobre una de las paredes primigenias del palacio y que vio la luz a finales del 2011.
El complejo cuenta con oficinas, parqueadero y un enorme auditorio. También dispone de un moderno sistema de riego de los jardines que se alimenta del agua que cae sobre los techos del edificio. Se puede acceder a él tanto por la calle 10 como por la carrera 8.
Aunque el paso al auditorio Huitaca está restringido durante la visita, podemos admirar la espectacular estatua de la misteriosa Huitaca, la diosa rebelde, una deidad muisca de la noche, la oscuridad y la lujuria, clara antítesis de Nemqueteba.

Junto al auditorio y con unas hermosas vistas del cerro de Monserrate, se encuentra la escultura del quinde o colibrí de la paz, regalo de la alcaldía de Quito, Ecuador.

Es en este patio y los aledaños donde transcurre la mayoría de nuestra visita al conjunto, ya que en la parte del edificio Liévano no está permitido el acceso.
💡 Básicamente esta es toda el área visitable del palacio. Lógicamente, el acceso a la gran mayoría de edificios y salones oficiales está restringida.
Aún así te aseguro que el recorrido merece mucho la pena. La información del guía es amena y entretenida, está muy bien documentado y seguramente te sorprenda con algunas anécdotas curiosas del edificio.
Para más información e inscripciones gratuitas:
- Puntos de Información Turística o PIT´s
- pitcentrointernacional@idt.gov.co
Con este paseo turístico por la plaza Bolívar de Bogotá brindamos nuestro pequeño homenaje a este “foro” de los bogotanos, que ya desde la época colonial acostumbró a albergar todo tipo de eventos y celebraciones políticas y religiosas, fue lugar de mercado semanal para muchas familias de la localidad y punto de acontecimientos decisivos para el devenir de lo que ahora es la ciudad de Bogotá.
Una plaza que es todo un símbolo de la ciudad y un «must see» para los que visiten la capital de Colombia.
📍 Cra. 7 #11-10
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